El incidente comenzó cuando el vehículo del Sistema Integral de Atención Rionegrina de Medicina (Siarme) chocó con un Renault 9 en la calle 30. Un empleado del Siarme bajó para verificar el estado del conductor del Renault y pedirle los papeles del seguro. El automovilista alegó que tenía que ir a su casa a buscar los documentos.

Al no recibir respuesta y al intentar tomar una foto de la patente, el empleado llamó a la policía. En ese momento, el conductor del Renault arrancó el vehículo de repente. El empleado, para evitar ser atropellado, saltó sobre el capot. A pesar de sus súplicas para que el conductor se detuviera, el hombre continuó a toda velocidad durante unos 20 cuadras, alcanzando velocidades de entre 50 y 60 kilómetros por hora.

“Le pedí que frenara, pero no lo hizo”, explicó la víctima, quien logró mantener el equilibrio sobre el capot gracias a su condición física hasta que el conductor finalmente se detuvo en una vivienda de Mitre al 1400. Allí, el hombre abandonó el vehículo y se refugió en la casa después de intercambiar algunas palabras.

El agresor, cuando fue detenido por la policía, justificó su comportamiento diciendo que “iba despacito”. El caso está en manos de la Justicia. El empleado de Siarme ha presentado videos del incidente, y la fiscalía está analizando las cámaras de seguridad. Se ha iniciado una causa penal contra el conductor, quien enfrentará el proceso con la asistencia de la Defensa Oficial.