En una reciente audiencia pública, funcionarios del Ministerio de Economía y de la Secretaría de Energía anunciaron que el Gobierno dejará de subsidiar las tarifas de luz a comercios, industrias y pymes, limitando la asistencia estatal únicamente a los sectores vulnerables. Esta medida, que se espera afecte a unas 100 mil empresas, se enmarca en un cambio de enfoque hacia una mayor focalización de los subsidios.

Salvador Gil, funcionario del Ministerio de Economía, explicó que el nuevo esquema no incluirá subsidios a las actividades productivas, ya que no es compatible con la política de precios liberados. En su lugar, se subsidiarán directamente las necesidades básicas de la población a través de transferencias bancarias o descuentos en la factura.

Martín Vauthier, asesor en Economía, señaló que en un contexto de recursos escasos, se eliminan los subsidios a la demanda no residencial, como en procesos productivos, debido a la dificultad de garantizar que los beneficiarios reales sean los sectores de menores ingresos.

El impacto de estos cambios ya se ha sentido en el sector comercial y las pymes. Según un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires y el CONICET, los últimos aumentos de tarifas han golpeado fuertemente a estos sectores. Por ejemplo, comercios pequeños han visto aumentos del 276% en el precio de la energía, mientras que las pymes han enfrentado aumentos del 178%.

Ante esta situación, el Gobierno planea lanzar un programa de eficiencia energética con financiamiento del Banco Mundial. Este programa ofrecerá créditos a comercios y pymes para que puedan reconvertir sus equipos eléctricos, con el objetivo de lograr una mayor eficiencia y ahorro energético.