La reciente visita de seis diputados de La Libertad Avanza a genocidas encarcelados en Ezeiza ha desatado una tormenta política que ahora salpica a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La estrategia para conseguir el arresto domiciliario de los represores, elaborada en un grupo de WhatsApp que incluía a jueces, fiscales y sacerdotes, ha puesto en evidencia la supuesta colaboración de Bullrich.

Fuentes del bloque libertario han indicado que la estrategia para la liberación de los genocidas, que incluía una propuesta secreta de campaña de Javier Milei y Victoria Villarruel, fue discutida en un chat grupal. En este chat, los diputados involucrados planificaron cómo avanzar en un proyecto de ley para permitir el arresto domiciliario de los condenados por delitos de lesa humanidad.

El grupo de WhatsApp también incluía referencias a la colaboración con el Ministerio de Seguridad dirigido por Bullrich, lo que ha generado una fuerte controversia. Bullrich defendió públicamente la visita de los diputados a los genocidas, a pesar de las críticas.

Beltran Benedit, uno de los principales responsables de la operación, organizó la visita y destacó en los mensajes del chat su contacto con el director del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez, indicando que contaba con el permiso de Bullrich. Esta implicación de la ministra ha sido confirmada por fuentes dentro del bloque libertario.

La visita provocó un enfrentamiento interno en el bloque libertario, con Santiago Caputo intentando preparar un relato alternativo sobre la visita y eludió la formación de una comisión parlamentaria para investigar el incidente. Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, también está involucrado, ya que facilitó una combi oficial para el viaje.

El juez Daniel Obligado ha exigido explicaciones a Bullrich sobre cómo los diputados lograron reunirse con los represores en un penal federal bajo su supervisión. El conflicto interno ha llevado a reproches entre los miembros del bloque libertario, con amenazas y acusaciones de corrupción y reparto de dinero.

Bullrich y su conexión con los diputados libertarios