El sistema de control de divisas impulsado por el Ministro de Economía y candidato del kirchnerismo, Sergio Massa, ha desencadenado una crisis en el sector de la salud. Cada vez son más los centros médicos que se ven obligados a suspender estudios médicos por imágenes, incluyendo resonancias y tomografías programadas, debido a la falta de insumos médicos esenciales. Esta situación es el resultado directo del estricto cepo cambiario impuesto por Massa, que ha restringido drásticamente la importación de insumos médicos.

La Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (Cadime) ha emitido una advertencia preocupante, informando que hasta 250 centros médicos en todo el país se verán forzados a posponer estos estudios vitales. La razón principal de esta crisis es que los centros de salud no tienen acceso a los medios necesarios para llevar a cabo estos procedimientos, ya que el Banco Central no autoriza la venta de dólares para la compra de insumos médicos en el extranjero.

El retraso en la importación de insumos médicos esenciales se espera que se extienda hasta abril de 2024, lo que pone en riesgo la vida de miles de pacientes. La situación es especialmente crítica en el Área Metropolitana de Buenos Aires, donde cientos de unidades hospitalarias sufren una grave escasez de insumos médicos.

El Hospital Italiano, uno de los centros de salud más prestigiosos del país, ha anunciado que se ve obligado a suspender la realización de estudios de tomografía, angiografía y radiografías con contraste. Los niveles de stock de contraste iodado son extremadamente bajos, lo que obliga a priorizar su uso para pacientes internados y situaciones de emergencia.

Las sociedades científicas, incluyendo la Sociedad Argentina de Cardiología, el Colegio Argentino de Cirujanos Cardiovasculares y otras, han emitido un comunicado conjunto alertando sobre el precario estado del sistema de salud debido a la política económica de Massa. Están extremadamente preocupados por la escasez de insumos médicos y materiales de contraste, lo que ya ha generado graves dificultades en la realización de estudios de diagnóstico y procedimientos vasculares.

El sistema SIRA, diseñado para controlar y monitorear las importaciones, fue implementado por Sergio Massa en octubre del año pasado. Su objetivo principal es restringir la importación de productos extranjeros como medida de ahorro de divisas y para administrar el comercio exterior. Sin embargo, las consecuencias de esta política económica se han vuelto evidentes en el sector de la salud, donde la falta de insumos médicos está poniendo en peligro la vida de los ciudadanos.

Bajo el régimen de comercio exterior administrado por Massa, el Banco Central ha destinado importantes sumas de dinero para subsidiar la cotización del dólar MEP, mientras que la importación de insumos médicos y combustibles ha sido gravemente descuidada, lo que ha llevado a esta crisis en el sistema de salud.

La situación plantea un dilema sobre las prioridades gubernamentales y sus consecuencias para la salud de la población.