A 9 meses del gobierno de Javier Milei, Cristina Kirchner analizó la realidad económica. Lo hizo mediante la publicación de un documento titulado "Es la economía bimonetaria, estúpido", en el que expone las contradicciones del Gobierno. Además, al final advierte que el peronismo se desordenó y reclama: "Hay que poder enderezar las experiencias y ordenar las nuevas demandas para poder alinear pensamiento, palabra y acción".

A lo largo del trabajo, la expresidente señala sus diferencias con la gestión económica de Javier Milei y lo responsabiliza de mentir en campaña, pues sostiene que prometió eliminar la intervención del Estado, pero ya en ejercicio ha controlado directamente tres de los cuatro precios clave de la economía. Además, ha implementado un ajuste fiscal basado en el impago de deudas y en la retirada del Estado de funciones esenciales, lo que crea un "combo letal" para la economía argentina, especialmente en un contexto de economía bimonetaria. Según describe Cristina, esta política ha resultado en una brutal caída de la actividad económica, y el país se ha vuelto más caro en dólares que muchos países desarrollados.

En otro tramo, hace mención a la cuestión de la inflación: "El gobierno defiende una inflación del 3% al 4% mensual como un éxito, cuando en realidad, en el contexto de una profunda recesión económica, esto representa una tragedia social", sostiene.

El ajuste económico ha venido acompañado de represión, como se vio con los jubilados apaleados durante las manifestaciones. Estas medidas violentas exponen una ideología que reduce a los ciudadanos a meras variables de ajuste", sostiene.

Críticas a las teorías económicas y "contradicciones" en el discurso liberal

Para la expresidente, el gobierno de Milei dejó a un lado su discurso anti-intervencionista y ha abandonado la teoría monetarista que culpaba exclusivamente a la emisión monetaria por la inflación. Funcionarios como el ministro de Economía, Luis Caputo, han admitido que devaluar incrementaría la inflación, revelando que en Argentina la inflación está atada al valor del dólar.

El problema es la falta de dólares

Ya a comienzos de 2024, en un documento similar, la expresidenta señalaba que el verdadero problema estructural de la economía argentina no es el déficit fiscal, sino la escasez de dólares. Este problema, analiza Cristina, se agrava con el endeudamiento en moneda extranjera, lo que refuerza la restricción externa de una economía bimonetaria como la de Argentina.

"La dolarización, propuesta inicialmente por Milei como solución, no pudo llevarse a cabo debido a la falta de dólares en el país, lo que desmanteló una de sus promesas de estabilización."

Asegura que desde 1972, Argentina ha experimentado 54 corridas cambiarias, siendo las más notables durante el alfonsinismo, el menemismo y el gobierno de la Alianza. Las corridas cambiarias se redujeron temporalmente durante la presidencia de Néstor Kirchner.

En su análisis y repaso, recordó que el gobierno de Macri, "market-friendly", debió reinstaurar el control cambiario ("cepo") en 2019, después de una salida masiva de capitales especulativos. Este control sigue vigente, con un tope de 200 dólares mensuales para la compra de divisas, lo que evidencia que el "cepo" sigue siendo una medida necesaria en la economía argentina.

Las culpas del peronismo

Para Cristina, el peronismo equivoca el rumbo cuando aceptó las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el préstamo multimillonario otorgado irregularmente al gobierno de Macri. "Además, el peronismo permitió un deterioro en las condiciones de vida de los trabajadores, con asalariados registrados que no alcanzan la canasta básica total (CBT)", advierte la expresidente.

También es crítica hacia las políticas sociales y laborales implementadas durante el gobierno anterior. "No se abordaron las profundas transformaciones en el mercado laboral, donde el trabajo registrado en el sector privado es una minoría", expresó.

Por lo que resulta crucial que "las fuerzas políticas y sociales que creen en la Nación aborden el problema de la economía bimonetaria. Esta economía, en la que el peso solo sirve para transacciones cotidianas y el dólar es el valor de reserva, requiere un enfoque más realista y riguroso, que vaya más allá de las teorías económicas fallidas y el consignismo político. 'Es la economía bimonetaria, estúpido'", concluye el documento.