Una atmósfera de confrontación se cierne sobre el gobierno argentino, especialmente en el Ministerio de Economía, donde el ministro Luis "Toto" Caputo enfrenta momentos de furia y descontento. Las promesas incumplidas y la escasez de fondos han llevado a un clima de tensión, exacerbado por la presión de figuras como Karina Milei, quien reclama la falta de los 15 mil millones de dólares prometidos para levantar el cepo, una condición esencial para la transición hacia una economía abierta y de mercado.

Furia y amenazas

La situación se ha vuelto aún más volátil con el estallido del dibujo del superávit, especialmente con las empresas energéticas que rechazaron el bono propuesto por Caputo para saldar deudas acumuladas. Su reacción violenta refleja su frustración y desesperación por la falta de resultados.

Inestabilidad política

La inestabilidad emocional de Caputo se ve exacerbada por la percepción de que Milei está preparando su reemplazo. La falta de un plan claro para estabilizar la economía y evitar una posible depresión económica agrega presión adicional al ministro.

Disputas en la cúpula del poder

Además, las tensiones en la cúpula del poder se intensifican con la aparición de dos grupos de operadores distintos: por un lado, liderados por Toto Caputo y Nicolás Posse, y por el otro, encabezados por Santiago Caputo y Karina Milei. La lucha por el control de fondos de empresas públicas y la administración de temas sensibles relacionados con compromisos políticos y empresariales agrega un elemento de intriga y conflicto al gobierno.