El broker Héctor Martínez Sosa se presentó hoy a la indagatoria en la causa de los seguros, pero se negó a responder las preguntas del fiscal Carlos Rívolo y del juez Julián Ercolini. En su lugar, presentó un escrito de 170 páginas y 16 anexos, según fuentes judiciales. Al salir de Comodoro Py, Martínez Sosa solo dijo: “Con Alberto Fernández tenía un vínculo de amistad”. Más tarde, María Cantero, la secretaria histórica de Alberto Fernández, también se presentará a declarar, y sus abogados adelantaron que presentará un escrito similar al de Martínez Sosa.

El empresario, quien recibió $366.635.744 en comisiones durante el gobierno anterior, tuvo contratos con 19 organismos públicos, incluidos ministerios, Vialidad Nacional y la Corte Suprema, entre otros. A través de Martínez Sosa, varios "satélites" también fueron citados a declarar, sumando un total de $2.297.820.134 en comisiones, es decir, el 59,6% del total.

El juez Ercolini había resaltado en su citación la relación de amistad entre Martínez Sosa y Fernández, mencionando los regalos que el empresario le hacía al ex presidente, como corbatas, relojes y hasta un cuadro original de Perón y Evita abrazándose, que terminó en el despacho de Olivos. Además, en 2019, Cantero compró un reloj Tag Heuer valuado en 1800 dólares, cuya foto fue borrada pero recuperada por los peritos, y que estaba destinado a un contacto clave entre Fernández y Martínez Sosa.

En su indagatoria, Fernández intentó desvincularse del broker, destacando que siempre tuvieron una relación de afecto, pero negando haber pedido que un seguro del Estado pasara por sus manos o que lo considerara como asesor. "He tenido siempre una relación de afecto. Pero jamás pedí a nadie que un seguro del estado pase a través de sus manos", dijo Fernández, quien además subrayó que nunca discutió los negocios de Martínez Sosa, los cuales desconocía.

La semana pasada, se reveló una foto en el expediente que muestra a Fernández y Martínez Sosa reunidos en la quinta de Olivos durante su mandato. También se descubrió que la esposa de Martínez Sosa se contactaba con funcionarios del gobierno y usaba su cercanía a la Casa Rosada para influir en los negocios de su marido.