Después de una reunión en la sede histórica de Azopardo 802, el consejo directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) decidió convocar un paro general de 24 horas para el jueves 10 de abril. Como parte de la protesta, habrá una movilización el miércoles 9, en el centro porteño, que coincidirá con la habitual marcha de los jubilados, la cual ha ganado mayor relevancia en las últimas semanas cerca del Congreso de la Nación. Héctor Daer, miembro del triunvirato de la central obrera, indicó que las acciones sindicales se extenderán por 36 horas, comenzando a las 12 del mediodía del miércoles.

Además, los gremios decidieron movilizarse el lunes 24 de marzo, en el marco del Día de la Memoria, para recordar a las víctimas de la última dictadura militar. Los líderes sindicales de la CGT se reunirán este viernes con representantes de Organismos de Derechos Humanos para coordinar la marcha del lunes, y también se encontrarán con el padre de Pablo Grillo, el fotógrafo herido por la Gendarmería durante una manifestación reciente.

Daer, acompañado de Carlos Acuña y Octavio Argüello, explicó los motivos detrás de la medida de fuerza, que incluyen exigir paritarias libres, un aumento para los jubilados, apoyo al bono de $760.000 para jubilados, y repudiar la represión policial de la semana pasada. También pidieron la reapertura de la obra pública y la discusión de las asignaciones familiares, entre otros temas.

El paro se convierte en el tercer paro general de la CGT, que en principio no contó con el apoyo de todos los sectores, pero en la reunión de hoy se logró un consenso. A la medida se sumaron gremios como el de Luis Barrionuevo, el kirchnerismo, las dos CTA y todos los gremios del transporte. La UTEP también mostró su respaldo.

El paro afectará al transporte público: no habrá trenes ni colectivos en el AMBA, ni subtes en la Ciudad de Buenos Aires, ya que los gremios de los trabajadores del transporte se acoplaron a la medida. Además, Daer adelantó que habrá una tercera movilización el 1 de mayo, Día del Trabajador.

Este paro rompe la tregua entre la CGT y el Gobierno, que estaba negociando para evitar avances en la reforma sindical en el Congreso. La decisión de realizar el paro se contrapone a los intentos del Gobierno por disuadir la medida. El vocero presidencial, Manuel Adorni, criticó la acción, acusando a la CGT de no haber protestado durante la gestión anterior y de intentar dañar al Gobierno actual.