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El testimonio de Emilio Inçaurgarat, presidente de Estudiantes, describió con exactitud la dramática situación a la que se enfrentan las entidades deportivas de Olavarría en el presente, y de cara al futuro, como consecuencia de la crisis derivada de la llegada a la Argentina del COVID-19, el virus causante de la pandemia de coronavirus.

"Esta crisis para nosotros va a ser catastrófica", enfatizó Inçaurgarat, pero también dejó un mensaje de fortaleza: "Ni yo, ni la gente que me acompaña nos vamos a entregar antes de pelear".

Actividades paralizadas, todas las instalaciones bajo llave, flujo de ingresos cortado son el común denominador en todas ellas, y en medio de este panorama deben seguir afrontando el mantenimiento de las instalaciones, una masa salarial apremiante y el pago de los servicios, por citar sólo algunas de las obligaciones.

Los clubes de Olavarría decidieron cerrar sus puertas aún antes del "aislamientos social, preventivo y obligatorio" decretado por el presidente Alberto Fernández el 19 de marzo.

Las entidades locales se anticiparon y cerraron sus puertas el 15/3 para frenar la expansión del coronavirus, en espacios que suelen convocar a mucha gente de todas las edades.

"No hay demasiado para decir que no se haya dicho", comentó el titular de El Fortín Carlos Veneciano.

"En nuestro club no funciona absolutamente nada; ningún empleado está en sus funciones, las tranqueras, las puertas y los portones están todos cerrados con llave, tanto en el predio de la avenida Pellegrini, como en la avenida Urquiza", graficó.

"Más allá de lo deportivo, en lo económico el efecto va a ser durísimo. Yo hablo por El Fortín, y en este momento no tenemos ninguna entrada de recursos y debemos afrontar los sueldos. Supongo que va a ser complicado lo que se viene", advirtió.

Bailes y alquileres cancelados significan un golpe devastador para las arcas fortinenses.

"No sabemos cómo vamos a hacer, pero acá lo primordial es la salud y después veremos cómo se sale. Creo que vamos a tener que ser magos para reflotar todo esto", dijo Veneciano.

"Lo realmente importante es que esto pase, que haga el menor daño posible y que no perdamos ningún familiar, ningún amigo. Esto no es joda", subrayó.

Siempre cercanos a las necesidades sociales, todos los clubes de Olavarría han puesto o pondrán a disposición de las autoridades comunales sus instalaciones en caso de que sean necesarias.

Del otro lado de la vía, Roberto Vidal informó que Ferro debe hacer frente a una masa salarial cercana a los 500 mil pesos mensuales, y el club con esta parálisis producto de la pandemia se ha quedado sin ingresos.

"Hay que acatar las órdenes", recomendó el presidente de Ferro, Roberto Vidal. "Nosotros la vimos venir, lo hablamos con la gente de la Municipalidad y cerramos el club desde el lunes pasado", recordó.

"Esto va a ser catastrófico para todos los clubes. Ojalá que desde el Estado se tomen medidas para que los clubes quedemos exceptuados de pagar algunas obligaciones, pero mi pregunta es cómo hacemos para pagarles a los empleados", reflexionó Vidal.

"De las cuotas que venían pagando los chicos que asisten a la escuelita no va a ingresar nada. Lo más complicado va a ser con las disciplinas", alertó.

Los presidentes de los clubes olavarrienses están en contacto permanente desde hace una semana para evaluar el curso de la crisis y analizas las acciones individuales o conjuntas a tomar.

"Ojalá no pase nada. Yo creo que las medidas tomadas por el Presidente son muy acertadas y, si todos acatamos las órdenes que han dado, podremos llegar a zafar medianamente, pero las consecuencias una vez que esto pase son inimaginables", pronosticó.

Carlos Orifici, titular de Racing y de la Unión Industrial, tiene sobre la mesa indicadores de todo tipo sobre el impacto de esta crisis sanitaria que vive el planeta.

En lo institucional - deportivo, el presidente chaira señaló: "Tenemos sueldos que pagar, servicios que afrontar. Por un lado no se genera y los gastos fijos hay que afrontarlos, así que estamos bastante complicado de verdad".

Orifici especuló que el Estado deberá salir al salvataje de empresas, los salarios, los clubes.

"Estaba escuchando que algunos clubes de Europa mismo han dejado de pagarles a sus jugadores -comparó-, otros bajaron los salarios. Todo el mundo está viviendo esta problemática que tiene su réplica acá también".

Orifici destacó que "el gobierno tiene un montón de frentes que atacar, y hay que darle tiempo. Estamos en un momento delicado, la vamos a pasar mal, pero hoy debemos preocuparnos más que nada por la salud; después pensar cómo se termina este proceso y acompañar de alguna manera desde el Estado con alguna quita para poder paliar los efectos".

Leo Gisler, presidente de Sierra Chica, no sólo describió la situación delicada que vive su club, sino que además confesó -en su condición de agente del servicio penitenciario- el temor por el tránsito continuo de gente al que está expuesto cada día, mientras el país está en cuarentena obligatoria.

"Tenemos todo cerrado hasta el 31, pero yo creo que esto va a durar mucho más tiempo. Yo el jueves 12 hice parar todas las actividades del club incluido el merendero, porque no queríamos arriesgarnos con nuestros chicos", refirió.

Para el 14 de marzo Sierra Chica tenía prevista la reinauguración de su cancha de paleta con el nombre de Carlos Barreda, y la ceremonia igual se llevó a cabo, pero con una proscripción casi general.

"Los hicimos igual con la presencia de don Carlos, un par de familiares y dos o tres amigos de muchos años. A la gente le pedimos que no vaya", dijo.

En el aspecto económico, fue categórico: "A nosotros esta crisis nos hizo pedazos y nos va a hacer más pedazos. Teníamos el salón alquilado, vajilla alquilada; teníamos la fiesta aniversario del 25 de abril y ya la postergamos en principio para junio".

"Ahora no tenemos ningún ingreso de nada, y los servicios siguen llegando. No he charlado con los técnicos; no sé si les voy a pagar medio sueldo o qué", anticipó.

Pueblo Nuevo tiene una amplia actividad social que representa una fuente de ingresos vital para el funcionamiento de la actividad deportiva.

"El impacto ha sido tremendo, pero qué se le va a hacer; no se puede hacer nada. Nosotros el único ingreso que tenemos es de los cumpleaños. Había tres cumpleaños de 15 seguidos, un descanso y después otros, y eso está todos suspendido" reflejó su presidente, José Maceo.

"Ya hablamos con esa gente que no van a perder la plata que han entregado, y se consensuará lo que se va a hacer, y si no se puede hacer nada se devolverá el dinero, por supuesto", adelantó Maceo.

"Calculo que desde el Estado alguna medida van a tomar con respecto a los servicios, pero nosotros también debemos dar respuestas a los profesores de la disciplinas, que en nuestro caso no es tan grande. Me imagino los clubes que tienen fútbol y otras disciplinas", consideró Maceo.

"Estudiantes es la pyme más importante que tiene la ciudad de Olavarría" dicen orgullosos los bataraces cada vez que sale a la superficie la magnitud de uno de los clubes de mayor envergadura en la Argentina.

Esa proporción se traslada a estos condicionamientos impuestos por la crisis del coronavirus. "Nosotros no escapamos a ninguna de las realidades de esta pandemia", apuntó el presidente Emilio Inçaurgarat.

"Los empleados administrativos y de campo fueron a trabajar hasta el discurso del presidente. Ya después fueron uno o dos y reorganizamos todo para puntos clave que no podemos dejar de atender", explicó.

Mantenimiento de greenes en la cancha de golf, riego en las canchas de tenis son actividades que se siguen haciendo.

"En vez de hacerlo todos los días, ahora los hacemos cada tres o cuatro días, pero la gran mayoría de las cosas están paraditas o todo cerrado", describió.

Inçaurgarat destacó la disciplina de los socios, que acataron sin reservas todas las restricciones.

"Qué va a ser tremendo afrontar esta crisis, es inevitable. La gente no tiene ni idea de la cantidad de personal que trabaja en el Club Estudiantes", advirtió.

Por otro lado, reveló "que esta semana hay gente que ha llamado para darse de baja como socios del club. En este aislamiento la cabeza trabaja y la incertidumbre es muy grande".

"Cuando me preguntan ‘che Emilio, cómo la ves’. La veo negra, la veo mal… Yo siempre trato de ser optimista; pienso que por algo pasan las cosas y se puede salir adelante de lo que sea. Sí, como presidente del club, mi gente y yo no nos vamos a entregar antes de pelear", prometió.

"Ojalá que la pandemia no nos toque, pero lo que sigue va a derivar en otro mundo. Nada va a ser igual después de esto en lo económico y financiero. Después de esto el tablero mundial cambiará enormemente", anticipó el presidente de Estudiantes.

El virus también ataca a los gigantes

En una nota aparecida en el diario La Nación se da cuenta de que el coronavirus ocasionará un impacto económico imposible de dimensionar en los clubes más importantes del mundo.

Por citar un caso, la recesión comienza a dominar el escenario del deporte que más dinero mueve, al punto que distintos clubes europeos como Olympique Lyonnais y Sion de Suiza ya anunciaron despidos y rebajas en los salarios de los jugadores.

En España, los directivos de Barcelona pidieron a sus futbolistas que hagan un esfuerzo económico y renuncien a una parte de sus sueldos. El presupuesto de Barcelona para la temporada 2019/2020 destina 507 millones de euros en salarios y 135 millones en amortizaciones.

En tal sentido, el presidente del club, Josep María Bartomeu, ha hablado con los capitanes del primer equipo (Messi, Busquets, Sergi Roberto y Piqué) sobre la posibilidad de que los futbolistas vean reducidos sus salarios según informó ayer el diario Sport de Catalunia.

Jugadores y club ya han alcanzado un acuerdo de intenciones que comportaría la reducción del salario de los futbolistas durante la crisis del coronavirus.

En la Bundesliga, su director general, Christian Seifert admitió días atrás que los clubes habían empezado a negociar con los jugadores una rebaja de sus sueldos mientras no regresara la competición, algo que es planteado también en la Serie A, de Italia.

En Alemania, los jugadores de Borussia Mönchengladbach ofrecieron recortar sus ingresos durante la pandemia.

A su vez, en Borussia Dortmund admitieron que el tema sería discutido "internamente con el equipo". Y Werder Bremen podría pedir a sus jugadores que aceptaran recortes salariales en medio de la crisis.

En Sion de Suiza (aquel equipo que a principios de la década del 90 jugó un amistoso con Racing de Olavarría) muchos futbolistas no aceptaron el recorte salarial y la institución decidió despedirlos.

Se trata de Alex Song, compañero de Lionel Messi en Barcelona entre 2012 y 2014, el capitán Xavier Kouassi, Seydou Doumbia, Mickael Facchinetti, Christian Zock, Pajtim Kasami, Johan Djourou, Birama Ndoye y Ermir Lenjani.

Este grupo de jugadores recibió el apoyo de la Asociación de Futbolistas Suizos (SAFP). "Esperamos que estos despidos abusivos sean revocados inmediatamente y se pueda discutir alternativas", expresó la entidad mediante un comunicado.

Según un informe de la consultora KPMG, una cancelación definitiva de los cinco grandes campeonatos nacionales de fútbol de Europa (España, Italia, Inglaterra, Alemania y Francia) conllevaría pérdidas de entre 3.700 y 4.280 millones de dólares.

En este lote, la inglesa Premier League, que tiene 92 partidos pendientes, sería la más perjudicada, con unas pérdidas de entre 1.210 y 1.340 millones.

El sueño del ascenso quedó en stand by

Estudiantes y Racing representan dos casos especiales, en sus ambiciones deportivas de regresar a la Liga Nacional uno y al Federal "A" el otro.

Mientras la Liga Argentina de Básquetbol suspendió -en principio- hasta el 30 de abril su competencia, el Consejo Federal de la Asociación del Fútbol Argentino interrumpió el Regional Federal Amateur luego de la disputa de la primera jornada de la segunda fase.

Cruz Arouxet, presidente de la comisión de básquetbol albinegra, y Mario Giacomaso, máximo responsable del fútbol chaira, recordaron que ambos planteles se encuentran licenciados.

"No sabemos cuándo va a continuar el torneo, ni si va a continuar. El presidente de la AdC dijo que la Liga Nacional en algún momento va a terminar, más allá de cómo será el torneo de la temporada que viene. Pero es imposible hacer futurología, porque nadie sabe cuándo se va a volver", reflexionó Arouxet.

"El impacto económico de esta crisis es terrible para nosotros, como para todo el mundo", subrayó.

Mario Giacomaso reveló que "los jugadores de Racing están licenciados hasta el 31 de marzo, pero obviamente depende de la evolución de esta crisis. Yo creo que no vamos a volver ese día".

"Quizás desde AFA tengamos una definición más clara esta semana. Sabemos que la actividad no va a volver en abril, pero quizás nos digan que se sigue en mayo, o en agosto, y a partir de alguna confirmación tomaremos nuestras decisiones" anticipó.

Cada jugador de Racing se fue con un régimen de trabajo de mantenimiento físico dentro de sus casas. "Confiamos en la profesionalidad de cada uno" dijo.

"Hay que estar serenos y esperar. Lo que menos queremos ahora es generar intranquilidad en el plantel", coincidieron Arouxet y Giacomaso.