En el transcurso de los últimos días se conocieron novedades en torno a la investigación por la que se encuentran detenidos dos olavarrienses, acusados de integrar y liderar una banda dedicada a la venta de vehículos a través de la que engañaban a los compradores utilizando cheques sin fondo, entre otras maniobras delictivas. Casi 3 meses después de que fueran demorados en allanamientos realizados en nuestra ciudad, la Cámara de Apelación y Garantías de Azul confirmó la prisión preventiva.

El abogado Mauro Luciano Monteleone, de 42 años, y Claudio Javier Ponce, de 51, se encuentran detenidos desde principios de octubre, acusados de los delitos de "estafas en concurso real" y "asociación ilícita"; en el marco de una investigación que instruye la Unidad Funcional de Instrucción Nº 2 de Azul.

Según confirmó la doctora Laura Margaretic, quien se encuentra al frente de esta fiscalía, el pasado 30 de diciembre la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de Azul emitió un fallo en el que confirmó la prisión preventiva para los dos olavarrienses, medida que había sido resuelta a mediados de noviembre por la jueza de Garantías del juzgado Nº 1 de esa localidad, doctora Magdalena Forbes.

De esta manera, el fallo de la Cámara desestimó la solicitud realizada por parte de la defensa de los olavarrienses, que había requerido, según se supo, la excarcelación de Mauro Monteleone, quien se encuentra detenido en la Unidad Penal Nº 7 de Azul.

Además de Ponce y Monteleone, hay, por el momento, otras dos personas imputadas por similares delitos, oriundas de la ciudad de Azul. Se trata de Guillermo Samuel Furriol, de 28 años, y Bernardo Recci (42), quienes fueron excarcelados tras permanecer varias semanas detenidos. Los azuleños fueron acusados de ser coautores de los delitos de "asociación ilícita en concurso real con estafa". Ambos estaban vinculados a la venta de automotores.

De acuerdo a las denuncias, esta presunta organización delictiva adquirió vehículos que fueron pagados con cheques sin fondos y, en uno de esos hechos, robados. Fue así que los vendedores no pudieron recuperar los automotores porque luego fueron puestos a nombres de terceros. Tampoco, claramente, lograr cobrar el valor de las ventas, a raíz de la falsedad de los cheques utilizados.