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"Hay muchas ciudades que se van a quedar sin cine y no queríamos que a ustedes les pasara eso o esperar a la agonía del cine para hacer el cambio", dice Federico García, dueño del cine de Azul, convencido de que la proyección de "Relatos Salvajes" en su sala "será un boom" por estos días. Termina una era tecnológica que obliga a transitar, como ya lo hizo "Flix Cinema", hacia la digitalización y es lo que busca para nuestra ciudad. Será en pleno corazón del barrio San Vicente donde a principios de 2015 abrirá el primer cine 3D con 300 butacas, en la misma esquina que hasta junio iba camino a convertirse en una Saladita. En una segunda etapa levantará otro espacio, más reducido, para proyectar películas y realizar espectáculos.

La idea surgió el año pasado y luego de descartar varios lugares céntricos acordó el alquiler del local de Rivadavia y Buchardo por 8 años. La inversión inicial oscilará entre 4 y 5 millones de pesos mientras que las dos salas que hoy funcionan en Walmart generan un especial interés, "estamos abiertos a esa posibilidad" dice, para desembarcar también ahí con el nuevo formato.

Federico García, también presidente de la Asociación de Empresarios Cinematográficos de la provincia de Buenos Aires, explota el cine 3D en Azul en sociedad con Aníbal Morales y el objetivo de ambos era ampliarse a Saladillo hasta que se destrabó la propuesta de Olavarría. Acá probaron primero "en un cine viejo" frente a la plaza central con idea de reformarlo, algo que no prosperó. También les propusieron otros inmuebles del microcentro, incluida la sede del Banco Columbia, hasta que por último apareció el galpón que bordea una esquina de la plaza Belgrano. En paralelo mantienen sus ojos puestos sobre las salas del hipermercado, aspirando a una inversión global que promediaría los 9 millones de pesos.

"O hacés la digitalización o se termina, no hay vueltas. Si no lo hace el actual concesionario, alguien lo tiene que hacer o cerrarán la sala. La idea era que no se quedaran sin cine", analiza Federico García en diálogo con EL POPULAR, admitiendo que hubo varios intentos de negociación con Martín Arroyo, responsable del cine de Walmart, aunque sin llegar a un final feliz.

"Desde el año pasado venimos con ganas y consultando. Pudimos comprar equipamiento, nos quisimos asegurar porque había escasez por las importaciones, con esta idea. Tenemos el proyector, el audio, las butacas. Nos quedaba conseguir el lugar hasta que finalmente encontramos el local de San Vicente", cuenta Federico García.

El cambio

El proyecto será modular por una cuestión de costos y en el Gobierno municipal están al tanto del emprendimiento. Cuando la inversión volvió una posibilidad concreta, desde el Municipio apuntaron contactos y allanaron algunos caminos a los empresarios azuleños.

"Lo hacemos a pulmón, se hace laburando mucho y por etapas. En la primera será una sola sala grande y después habrá otra un poco más chica, de 180 butacas, que además de cine tendrá otra clase de eventos culturales donde planificamos un escenario. Las dos salas en 3D", explica el inversor.

Todo indica que el adiós a los rollos de películas es inminente y el clásico formato 35 milímetros para la proyección de cine será un condicionante frente a los contenidos fílmicos que llegarán digitalizados. De hecho, en el país hay 500 salas de cine y sólo la mitad actualizó su tecnología (ver aparte).

"La mayoría de los cines tuvo que pasarse a digital. En Azul teníamos 35 milímetros y el punto de inflexión fue el año pasado. Creíamos que la gente se merecía el cambio. Y lo mismo acá", plantea García, que alquiló aquel cine con 180 butacas en mayo de 2009 y debutó con 3D en junio de 2013.

En la Provincia "venimos bastante relegados con la digitalización por una cuestión de costos ya que hay que invertir 1,5 millón de pesos solamente en el proyector y a eso hay que sumarle otros costos como sonido, calefacción, aire, la comodidad, el personal, la atención", detalla.

En Olavarría aún no hay fecha precisa para abrir la sala pero el local ya está alquilado y "en 10 días empezamos a voltear todo. Hay que levantar mucho las paredes, se va a 7 metros de alto. La sala será grande" y el plan es inaugurar "a principios del año que viene. Lo vamos a apurar lo más que se pueda", se entusiasma.

La previa

"Queríamos hacerlo rápido y que ustedes no se quedaran sin cine" se sincera. Hace un año el actual concesionario del cine de Walmart, Martín Arroyo, anunciaba en EL POPULAR la posibilidad de que una de las salas se convirtiera en 3D para diciembre de 2013, algo que finalmente no sucedió.

"Hubo acercamiento" con el empresario y "estamos abiertos a esa posibilidad, no tenemos nada cerrado ni concreto pero no queremos que Olavarría se quede sin cine porque más allá de un negocio esto es un hobby para nosotros y lo vamos a hacer bien, calidad y calidez. Vamos a acercarnos a la comunidad, laburar con escuelas, visitas de jardines y funciones a beneficio", adelanta.

En cuanto a las tratativas previas, reconoce haber "hablado con Arroyo por cuestiones éticas y me vino a ver a Azul" para convertir sus salas a 3D aunque "la intención nuestra era ver si estaba la posibilidad de hacerlo juntos, el año pasado" pero "él nunca habló de sociedad" y por lo tanto la dejaron de lado como opción.

Aún así "no hice gestiones en Walmart. Hasta ahora, más estando en la institución donde estoy. Pero lo cierto es que lo hacés o se termina, no hay vueltas. Sabemos que tenían alguna discrepancia con Walmart a ver quién lo hacía y se quedaron, esperaron y en este momento estamos muy sobre la hora. Es una lástima. Quizá Arroyo lo haga y, en ese caso, coincidiremos. Lo importante es que Olavarría no se quede sin cine", concluye Federico García, recreando las ganas que le puso a Flix Cinema en Azul. Eso fue en 2009, cuando vendió el auto, sacó un crédito y pidió plata prestada a sus amigos y familiares. O más acá, al llegar de una convención de cine, y decirle "a Lorena, mi señora: lo cerramos ahora o nos pasamos ya a digital y vamos al 3D".

"Ahí hicimos el revoleo" reconoce finalmente este analista de sistemas que es fanático del cine, tiene una colección que supera las 500 películas, abrió un videoclub, luego una sala 3D y hoy apura el paso para darle la bienvenida a la digitalización del séptimo arte en Olavarría. Acá, donde hubo 3 grandes salas cinematográficas en los años 80 con mil butacas en promedio pero quedó un solo cine, en Walmart, con dos salas, que ha sobrevivido a más de una crisis y hoy se enfrenta a un desenlace con final abierto.