Pickelado: después de tanta espera ya se asoma la primera casa del Procrear
Salieron sorteados en 2013 y forman parte del grupo de olavarrienses que consiguió un terreno a través del Municipio en aquel año. Con la solicitud del crédito aprobada, tuvieron que esperar las obras de infraestructura primero y la llegada de las escrituras después. Fue un largo camino, pero ahora sienten que valió la pena tanta espera.
jportillo@el popular.com.ar
Evangelina y Lucas tienen la felicidad dibujada en el rostro, llevan años soñando con la casa propia y están a pasitos de hacer su sueño realidad. Son los primeros en levantar su vivienda en el barrio Pickelado, más específicamente en los terrenos que vendió el Municipio para que allí se instalaran los hogares de aquellos olavarrienses que habían salido favorecidos en el primer sorteo del Procrear, el mismo que ofrecía "compra de terreno más construcción".
Era 2013 cuando su número resultó uno de los ganadores, y la situación parecía sencilla. Se trataba de conseguir un terreno, obtener el crédito hipotecario y empezar a construir. Sin embargo, en la realidad nada fue tan fácil. En Olavarría, los precios de los lotes se dispararon en cuestión días. Entonces surgió la posibilidad de inscribirse en aquellas tierras que el Municipio ofreció en el marco del Plan Nacional, en la zona del Pickelado. Pasaron dos años desde entonces.
Primero hubo que esperar por las obras de infraestructura que el Procrear requería para poder otorgar el crédito. También fue necesaria la espera para que esas tierras que estaban en manos de la Provincia pasaran nuevamente a la órbita municipal y finalmente hubo que aguardar a que las escrituras de cada terreno llegaran a nuestra ciudad para poder efectivizar la compra-venta.
En el medio "nuestro trámite casi vuelve a cero", decía Evangelina con la misma sonrisa con la que recibió a EL POPULAR. Al fin y al cabo todo aquello ya quedó atrás y "acá estamos después de todo. Valió la pena tanta espera".
Se arma el barrio
Fue el destino o la suerte, "no sé...", pero la cuestión es que Evangelina fue una de las primeras en recibir la escritura de manos del Municipio. Ocurrió en julio, poco antes de que unos 50 vecinos reclamaran al Intendente la entrega de esas escrituras que esperaban desde hacía meses, justo enfrente de donde Evangelina imagina su vida de ahora en más.
La suya es la primera de las 225 casas que integrarán el barrio bajo este convenio de compra directa al Municipio. A esas se sumarán más adelante 175 viviendas que son las que Anses compró a la Comuna para poner a disposición de quienes resultaran favorecidos en un sorteo posterior.
"En cualquier momento se arma el barrio. Ahora le sacás una foto a un páramo, pero si venís en unos días capaz que te encontrás con 40 casas construyéndose", dice esta madre de tres hijos en referencia a aquellos olavarrienses que firmaron sus créditos en los últimos días, después de haber obtenido las escrituras que tanto reclamaban, el 14 de agosto pasado.
El entusiasmo es mucho y la felicidad aún más. Ayer, Evangelina y Lucas tuvieron jornada completa en la obra. Es que "nueve meses es el tiempo de construcción que estipula el préstamo, pero hay cosas que no incluye como levantar los paredones o el pozo séptico que tuvimos que hacer", contaba.
En medio del entusiasmo, Evangelina no se olvidó de agradecer y destacar "la labor de Gabriela Aresi", la abogada que se desempeña en la Unidad Coordinadora de Regularización Dominial municipal. "Ella se hizo de todos los poderes necesarios para poder firmar el trámite en Tandil. En nuestro caso, si ella no hubiese actuado se nos caía el crédito. Lo mismo ocurrió con otros beneficiarios", cuenta Evangelina.
Y recuerda que "a nosotros nos entregaron la escritura un lunes. El martes la enviamos a Tandil (donde se otorgan los créditos a través del Banco Hipotecario), pero tenía que ir el Intendente (José Eseverri) a firmar porque él era el representante legal de las escrituras. Ya era jueves 16 de julio y el domingo 19 nuestro crédito volvía a foja cero. Todo el problema lo solucionó Gabriela, así que su tarea es para recalcar verdaderamente. Ese jueves a las 16.30 me confirmaron que al día siguiente podía ir a firmar el crédito, pero dos horas antes estábamos llorando porque se nos caía todo".
La etapa más linda
La casa tendrá tres habitaciones (una en suite), cocina-comedor, baño y patio. "Nosotros vamos a hacer una puerta balcón y una galería techada. Además, más adelante queremos construir el garaje", explica Evangelina mientras señala cada rincón de la casa.
"Es un lindo lote", define al tiempo que mira el panorama sin perder el entusiasmo. "Además, vamos a tener todos los servicios y ese es un punto muy importante", analiza.
"Hace dos años que estamos con esto, así que juntábamos algo de dinero y comprábamos materiales. Un día comprábamos el inodoro, otro el lavamanos, más adelante las griferías o las puertas placa. Así fuimos sumando".
Es que al pasar tanto tiempo, los materiales han ido aumentando en relación con el monto de dinero que otorga el Procrear. "Al principio el cálculo que nos hicieron desde el Procrear era de 400.000 pesos de crédito, pero ahora nos dieron 520.000 pesos", expone Evangelina.
Sin embargo, explica que "el 3 de agosto fui a un lugar a revaluar el presupuesto de las aberturas y cuando volví el 10 de agosto para llevármelas, costaban 3.000 pesos más. Pero bueno... acá lo importante es que vamos a ir haciendo las cosas, paso a paso. Queremos tener todo terminado para cuando vengamos a vivir. Después habrá mucho tiempo para ir sumándole".
Evangelina y Lucas estiman que en marzo ya estarán habitando la casa. El es empleado de comercio y ella secretaria en un consultorio médico. "De otra manera quizás nunca hubiésemos tenido nuestra propia casa". El proyecto del Pickelado costó, llevó dos años de larga y angustiante espera para todos. Ahora "empieza la etapa más linda", dicen desde el grupo de Facebook que se creó hace ya tiempo y por donde los beneficiarios del Procrear canalizaban inquietudes, dudas y reclamos.
Evangelina imagina, después de tanto andar: "Cuántas veces hemos venido y acá no había nada. Adivinábamos cuál sería nuestro lote porque no había nada demarcado. Parece mentira que en breve esto estará lleno de casas. Así será y estará bueno".