Por años quedó prácticamente sumida en el olvida. A fines de la década anterior se decidió comprarla pero luego pasó al ostracismo y el paso del tiempo se adueñó de sus cuartos y construcciones.

El martes un grupo de personas que habitualmente concurren al Centro de Jubilados participaron de una propuesta para recorrer la Casona Señorial.

Aunque fue levantada en 1890 y allí funciona el Archivo y Museo de La Madrid, para varios era la primera visita y se quedaron sorprendidos cuando comenzaron a descubrirla. Su estilo arquitectónico italiano contrasta con otras construcciones de la ciudad; aunque los jardines frontales no son los originarios, aun llaman la atención de los visitantes.

Josefina, la empleada a cargo, comienza a relatar parte de la historia, por momentos triste, de la familia Laplacette y muchos recuerdan a las hermanas.

Otros visitantes aprovechan para recorrer las habitaciones contiguas, descubren los restos paleontológicos y los archivos judiciales. Se sorprenden con los frescos y los enormes vitrales. La Casona tiene vida propia y poco a poco intentan recuperarla. En sus habitaciones pasó parte de la historia vital de pueblo y hoy por fin se recupera.