Dicha producción fue asesorada por la Licenciada en Gerenciamiento de PYMES, María Eugenia Suárez, que elaboró de manera teórica y llevó a la práctica el proyecto de producción de zapallos de la variedad Anco y Plomo en un terreno municipal, lindante al patio de la salita de atención primaria de la salud de la localidad.

Tal proyecto tenía como fin explotar un terreno baldío a partir de una actividad productiva, en la que se trabajó de manera articulada con el INTA, que proveyó las semillas necesarias para casi ¼ de hectárea. Además contó con el apoyo de la Dirección de Fortalecimiento comunitario, que pertenece a la Secretaría de Desarrollo Humano y Social, la cual brindó el recurso humano, a partir de la conformación de una cuadrilla de cuatro mujeres.

Ellas fueron quienes brindaron su importante labor desde un principio (siembra) dedicándose al mantenimiento diario que tal actividad productiva implica (riego y control de malezas) hasta la etapa de su culminación (cosecha). Este proyecto tuvo como resultado la cosecha de más de 500 kg de zapallos, dividiéndose en partes iguales para las cuatro: Graciela González, Rosa Coronel, Andrea Ayala y Jimena Suárez quienes tuvieron la potestad de elegir el destino que a cada una le correspondía, con opción a venta o autoconsumo. Por esta razón la producción tuvo diferentes destinos, representando alrededor de un 30 por ciento para autoconsumo y el resto a la venta.