La vida empieza a los 80: ¿Al final tenemos principios?
Raúl Toriggia
A lo largo de mi vida, y cada vez con más frecuencia, escucho a la gente mayor decir "se están perdiendo los valores", "en mis tiempos están cosas no pasaban". Frases que se refieren a la pérdida de los principios éticos y morales.
Todos hemos leído alguna vez la supuesta frase de Groucho Marx "estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros", frase que no repiten nuestros políticos, pero que la mayoría de ellos podrían ser sus auténticos autores, porque a diario nos muestran que la falta de palabra es tan habitual que duele. Decenas de ellos dicen respetar ideas o partidos políticos y en un abrir y cerrar de ojos están en la vereda de enfrente sin siquiera ponerse colorados.
Lo peor es que nos hemos venido acostumbrando tanto, en estos últimos 50 años, que sólo así puede entenderse que sigamos votando a quienes borran con el codo lo que escriben con la mano. No me refiero a los cambios que el tiempo y las circunstancias de la vida política les hagan hecho ir cambiando de partido para seguir manteniendo sus ideas de país, sino a todo lo contrario. En nuestra querida Argentina la falsedad es tan común y destructiva como la corrupción, la grieta y el clientelismo.
Sobran los ejemplos, y sólo basta mirar los candidatos a presidente para las elecciones de este año, para poder hacer una lista de ellos, pero no es mi intención, por lo menos en esta nota de hacerlo, aunque prometo para cuando lleguen las elecciones generales, dedicarle una nota especial a este tema. Hoy quiero hablar de cuáles son los principios que la sociedad argentina viene perdiendo de a poco, tan de a poco, que no nos damos cuenta, lamentablemente, que cada vez están menos vigentes.
¿Qué son los principios morales? Es cierto que, para cada etnia, cada raza e ideología y dentro de ellas para cada ser humano es moral lo que para otros puede ser inmoral, es decir que su definición es más relativa que objetiva, sin embargo, no podemos negar que son inherentes al ser humano.
Los vamos internalizando, indudablemente del ejemplo que recibimos desde pequeños, en nuestra familia, en la escuela, sobre todo cuando ella se basa en la educación, y no en el adoctrinamiento y a medida que vamos creciendo vamos conociendo y formándonos con los valores sociales.
Los principios hacen a nuestro comportamiento como personas, son conceptos que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro y es mi intención, hablar de los principales y de su involución a través de los años.
A) Respeto. Es reconocer en el otro su existencia y humanidad, sin importar su género, su raza, su nacionalidad, su religión, su edad o su ideología. Nos lleva a obedecer a nuestros padres, a tener amigos, a formar una familia, a cuidar y educar a nuestros hijos y a nuestros padres y abuelos, cuando ellos necesiten de nosotros.
Es un derecho (porque podemos exigírselo a los demás) y también una obligación (porque tenemos que actuar de la misma manera con ellos). El individualismo que viene creciendo hace años hace que consideremos que la vida gira alrededor de uno y entonces, se tiende a despreciar a los demás, aparece la intolerancia que hace que las personas piensen en satisfacer sus deseos sin respetar a los otros. Las mujeres, los discapacitados, los pobres, los ancianos son, entonces, los que más sufren.
B) Justicia. Todas las personas deben ser tratadas por igual, hoy la lucha por la inclusión, cuando es bien intencionada y correctamente establecida, pelea por que realmente sea así. La justicia es representada por una mujer con una venda en sus ojos, una balanza en una mano y una espada en la otra. La venda representa que se debe impartir sin mirar a quién: sin distinguir a nadie por su sexo, raza, proveniencia, etc. la balanza representa la igualdad con que la Justicia debe tratar a todos y la espada es la fuerza (Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado) de los que se sirve la Justicia para imponer sus decisiones.
Hoy, en nuestro país, muchas veces parece que la venda es para no poder mirar cual es la verdad, la balanza representa las 30 monedas de plata que traicionaron a Cristo, para equilibrar la balanza con el peso de la impunidad, y la espada una amenaza para las víctimas, que generalmente son desprovistas de justicia porque se busca justificar a los victimarios (Gracias Dr. Zaffaroni).
C) Honestidad. Se es honesto cuando se dice y hace lo correcto y se pone el bien común por sobre el propio. Es un valor moral fundamental para entablar relaciones interpersonales basadas en la confianza, la sinceridad y el respeto mutuo. Hoy se ha desvalorizado porque conceptos como "todas las personas tienen un precio", "roban, pero hacen", se han impuesto montados sobre la creencia que el "fin justifica los medios", Es decir, que son válidas las conductas deshonestas si el motivo que las incita es lo suficientemente importante. Otra vez el individualismo hace que este pilar social sufra un descenso en la escala de valores.
D) Responsabilidad. Consiste en hacernos cargo de las consecuencias de nuestras acciones. Cuando la consecuencia es positiva, es muy fácil, pero cuando es negativa, muchas veces nos cuesta reconocer y asumir las consecuencias. Y les aseguro que, por experiencia, reconocer los errores inmediatamente, produce un mal momento en ese instante, pero nos sentimos inmediatamente libres como para poder reencauzar el tema y siempre, siempre, nos mejora la imagen ante quien hemos reconocido el error.
E) Verdad. Es la relación entre lo que se expresa y la realidad de los hechos y produce el éxito en las relaciones interpersonales y sociales. Su contracara es la mentira, que en general produce una escala de mentiras para justificar la primera, y se hace casi imposible de mantener. La mentira en la política argentina de los últimos años ha perjudicado mucho a nuestro país. En general la verdad es suplantada por un relato, que lo único que trae es un alejamiento de la realidad. que termina por destruir todos los valores.
F) Equidad. Es el principio que implica dar a cada persona lo que le corresponde según su condición o sus méritos. Nuestro presidente actual ha dicho claramente que el mérito no tiene valor, por lo que es una clara inclinación para defender la inequidad, logrando que cada individuo sólo busque "el palenque donde rascarse" como dijera el Martín Fierro. El amiguismo y la militancia reemplazan la capacidad, dando como resultado la ineficacia.
G) Libertad Implica la capacidad de las personas para expresarse y actuar según sus convicciones, e incluye la libertad de expresión que está considerada como derecho humano universal. Es el ejercicio de los derechos que como contrapartida tiene la limitación de no coartarle derechos a los demás. Un claro ejemplo de este problema son los piquetes, que son una manifestación de reclamos, muchas veces justos, pero que se hacen de una manera que perjudican otros derechos.
H) Compromiso. Es cumplir con las obligaciones que hemos contraído, independientemente de los obstáculos que se puedan presentar. En estos últimos años se ha perdido este principio, también en aras de un individualismo que antepone la satisfacción personal por sobre las obligaciones contraídas y se refleja mucho en las relaciones laborales.
He considerado algunos de ellos, y descartado otros que de alguna manera se encuentran incluidos en las consideraciones realizadas, entre los detallados, la tolerancia, la integridad, la compasión, la transparencia, la empatía, la lealtad, la imparcialidad, la igualdad, la solidaridad, la beneficencia, el altruismo.
Lo que sí en muy importante es que cada uno de nosotros defienda en su metro cuadrado, la permanencia de estos principios y que cada uno los cumpla, los explique, los difunda, y dé el ejemplo cumpliendo con ellos.