La firma cordobesa Pauny ha dado un importante paso hacia la sostenibilidad en la agricultura argentina al utilizar con éxito biodiesel B20 en su nuevo tractor 7710 serie A. Este modelo, lanzado recientemente en Agroactiva, demostró un rendimiento igual al del diésel convencional, marcando un hito en la adopción de biocombustibles en el sector agroindustrial.

La prueba a campo se realizó en la estancia Campo Calerio, ubicada cerca de la planta fabril de Pauny en Las Varillas. Durante la jornada, se sembraron 120 hectáreas de trigo utilizando un equipo sembrador Agrometal ADX 935, en condiciones habituales de producción. El tanque del tractor fue cargado con 750 litros de biodiesel B20, una mezcla de gasoil con un 20% de biodiesel, proporcionado por la planta Green Diesel de San Francisco, Córdoba.

Ignacio Lupi, responsable de Ingeniería de Productos y Aplicaciones de Pauny, detalló que el rendimiento del tractor no presentó diferencias significativas respecto al uso de diésel convencional. "Habíamos hecho la misma tarea antes con combustible estándar y teníamos un registro del consumo horario, de unos 48 a 50 litros por hora. En la comparación con el biodiesel, vimos que fue el mismo consumo, la potencia del motor no se vio afectada y no vimos ninguna diferencia en la performance del equipo", explicó.

Esta prueba es la primera de su tipo realizada oficialmente por un fabricante en Argentina y fue motorizada por el Ministerio de Infraestructura como parte de sus políticas de impulso a los biocombustibles. El éxito de la prueba resalta el potencial del biodiesel B20 como una alternativa viable para el sector agrícola, que demanda combustibles en grandes volúmenes y donde se origina la materia prima para su producción.

Los beneficios del biodiesel B20 son notables, tanto en términos de sostenibilidad como de impacto económico. Según estudios, el biodiesel B20 reduce en un 7% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), mientras que el B100 puede disminuirlas hasta en un 40%. Además, la producción y uso de biocombustibles contribuye a diversificar los mercados externos, desarrollar un mercado interno sólido, y agregar valor a la producción primaria, lo que favorece las economías regionales y reduce las importaciones de combustibles convencionales.

La adopción de biocombustibles también tiene un impacto positivo en la generación de empleo y en las inversiones en el interior del país. La transformación de la materia prima en origen dinamiza la economía local, reafirmando a Argentina como un país con un extraordinario potencial para la producción de biocombustibles.

Con esta prueba exitosa, Pauny abre la puerta a una nueva era en la agricultura argentina, donde la sostenibilidad y la eficiencia se combinan para impulsar el desarrollo del sector.