En un sorpresivo giro de los acontecimientos, Cristina Kirchner, ex presidenta de Argentina, ha vuelto a Buenos Aires después de un breve período de aislamiento en Río Gallegos. Su regreso no pasó desapercibido y ha generado una nueva dinámica en el escenario político argentino, especialmente en relación con Sergio Massa.

Cristina utilizó las redes sociales para mostrar su regreso a la capital con un video en Tik Tok en el que paseaba por el Edificio del Molino, ubicado frente al Congreso. Aunque parecía un gesto inocente, este video se interpreta como una señal de que no tiene intención de desaparecer de la escena política, como había insinuado Massa recientemente en una entrevista.

La preocupación por la grave crisis de desabastecimiento en Argentina, causada en parte por las políticas de Massa, ha llevado a Cristina a tomar medidas. En reuniones internas, la ex presidenta ha instado a sus seguidores a preparar un "plan B" en caso de que Massa no logre resolver la situación en las próximas semanas.

En palabras de Cristina en una reunión en sus oficinas del Senado: "Si no resolvemos esto para cuando se nos vengan las elecciones, les puedo asegurar que Massa se tiene que bajar". Esta declaración refleja su determinación de no permitir que la crisis económica y de abastecimiento empañe las perspectivas electorales del kirchnerismo.

Cristina ha estado trabajando en la formación de una "campaña B" desde junio, colaborando estrechamente con figuras cercanas como el senador Óscar Parrilli, el procurador del Tesoro Carlos Zannini, entre otros. El objetivo es fortalecer el kirchnerismo y garantizar su presencia influyente en la política argentina.

El análisis postelectoral realizado por este grupo considera que los votos que Massa obtuvo en las PASO provienen en su mayoría del sector más moderado, mientras que el kirchnerismo duro permanece fiel al peronismo incluso en momentos difíciles. Esto ha llevado a la conclusión de que, en caso de que Massa quiera gobernar sin conflictos internos, deberá negociar y colaborar con el kirchnerismo.

La situación es delicada, y si el desabastecimiento de combustible no se resuelve en las próximas semanas, el espacio político de Cristina Kirchner podría presionar para que Massa se retire de la contienda electoral. La incertidumbre política se cierne sobre Argentina en un momento crucial de su historia.