El brote, "se está dando también a nivel general en el país porque se han registrado 1.000 casos más que el año pasado", explicó la directora de Epidemiología, Dra. María del Carmen Weiss.

Y focalizó en que "no hay que alarmarse ni asustarse, pero tampoco hay que quedarse sin hacer nada". Por eso, "la mejor manera de prevenir es tener presente las medidas de higiene básicas, como el lavado de manos. Si alguien está resfriado, al toser o estornudar, taparse la boca con el pliegue del codo. Además, no compartir vasos ni bombillas".

Además, "es muy importante que todos tengan la vacunación al día. La vacuna contra la paperas se encuentra incluida en la vacuna Triple Viral (SRP: sarampión, paperas y rubéola) que se aplica al año de vida y un refuerzo al ingreso escolar", destacó la profesional.

La paperas o parotiditis es una enfermedad de origen viral con una contagiosidad media-alta y que sólo se encuentra en el ser humano. El virus se encuentra en las secreciones respiratorias de los enfermos y se transmite por las gotitas de saliva que expulsan al hablar, al toser o estornudar.

Además, tiene período de incubación que puede extenderse de 12 a 25 días. Es por esta razón que "cuando se detecta que alguien está enfermo, es decir, cuando aparecen los síntomas, seguramente esa persona ya haya contagiado a otras", expuso la titular de Epidemiología municipal.

La asistencia a clases con barbijos por parte de estudiantes de una escuela secundaria de la ciudad de Olavarría fue la que dio una señal de alarma de un posible brote de paperas. Ayer, chicos de 6º año del Colegio Monseñor César Cáneva concurrieron a la escuela con barbijos. Ante la consulta de EL POPULAR, desde Dipregep (Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada) argumentaron que "desde junio hasta ahora se han registrado 25 casos de paperas en ese curso de la institución escolar" y sostuvieron que actualmente "hay cuatro casos" en curso.

De todas formas, aclararon que desde la escuela "están en permanente contacto con el área de Epidemiología y se han tomado las medidas preventivas necesarias para evitar contagios". Los casos fueron detectados en 6º año del turno mañana, aunque uno solo se notificó en el turno de la tarde.

Mañana, la Dra. María del Carmen Weiss ofrecerá una charla en esa escuela que estará destinada a padres, alumnos, directivos y docentes de la institución escolar.

Contagio y prevención

El contagio de paperas es similar al de la influenza y otros tipos de virus. Por esta razón, "la forma de prevenir la enfermedad es la misma", sintetizó la Dra. María del Carmen Weiss.

La paperas "se transmite de persona a persona, a través de la saliva", expuso. Y explicó que, "en general, la persona contagia una semana antes de que aparezcan los síntomas".

En cuanto a los principales síntomas, la hinchazón facial es el más notable y está provocada por la inflamación de las glándulas salivales. Esta puede ser muy dolorosa y a veces es el único síntoma. La persona contagiada puede tener fiebre, dolor de cabeza, dolor en los músculos, cansancio y falta de apetito.

En casos graves, las paperas pueden afectar otros órganos como el sistema nervioso central, el páncreas, los testículos y ovarios. Estos casos se pueden manifestar con alguno de los siguientes síntomas: somnolencia, dolor de cabeza intenso, dolor abdominal, vómitos, y dolor en testículos y escroto. Estos son síntomas de afección grave, por lo que frente a su presencia debe consultar a un médico.

La paperas afecta principalmente a niños entre los 2 y 12 años que no han sido vacunados contra la enfermedad. Sin embargo, la infección puede ocurrir a cualquier edad. En los adultos puede ser más grave y traer otras complicaciones.

Una vez contagiado, no hay un tratamiento específico. Es importante acudir al médico inmediatamente si se cree estar en presencia de la enfermedad. El tratamiento suele ser paliativo para calmar los síntomas con medidas como beber abundante cantidad de líquido para mantenerse hidratado, consumir alimentos blandos que no requieran mucha masticación y evitar los alimentos ácidos o los alimentos que hagan que la boca segregue saliva, como los cítricos.

Lavarse bien las manos con agua y jabón, no compartir cubiertos a la hora de comer y limpiar las superficies que se tocan con frecuencias con agua y jabón (picaportes, juguetes, mesas) son parte de las medidas de prevención para evitar un contagio. El virus no está en el ambiente, sino "en la persona enferma". Por esta razón, "no hay riesgo de contagio siempre y cuando se tomen las medidas de prevención", destacó la epidemióloga.

Y remarcó que "pasa lo mismo que para la influenza, cuando la enfermedad no está presenta nos olvidamos de tomar medidas preventivas. La higiene de manos o el estornudar o toser tapándose la boca con el pliegue del codo son cosas que deberían estar internalizadas y deberían hacerse siempre, las tendríamos que tener incorporadas porque el único reservorio del virus es la persona".