Electoralmente atado a la suerte del oficialismo, Scioli buscó desalentar la idea de que la economía entró en recesión: que "no estamos viendo una brusca recesión, porque si no lo veríamos reflejado en los índices económicos".

En declaraciones radiales, el mandatario provincial admitió de todos modos que existen problemas serios en la economía. Pero se preguntó si ante esas dificultades "¿ponemos el hombro los sindicatos y empresarios o agarramos las empresas y decimos ''chau''?" Esa referencia directa a la situación de la imprenta Donnelley, cuya quiebra Scioli cuestionó al igual que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Sobre la ley de abastecimiento que se empieza a discutir en el Congreso, y que provocó el firme rechazo de los empresarios, Scioli también apoyó a la Casa Rosada: "No veo que el gobierno tenga el espíritu de embromar a las empresas. Siempre están los debates y la gente. Yo veo y confío y pido la colaboración de todos los sectores", dijo.

"No me imagino a este Gobierno, que busca sostener el empleo y la actividad económica, que a través de esta iniciativa u otra quiera entorpecer" la actividad económica y las inversiones.

Scioli estimó que "se ha hecho de esto una cuestión política" y apuntó que cuando hace unos meses se decía que el Gobierno nacional seguía los pasos de Venezuela "se arregló con Repsol, se arregló con el Club de Paris y ahora se vuelve con eso.

Para mantener la situación controlada, Scioli dijo que "estamos haciendo acuerdos" con empresarios y sindicatos, pero aseguró que "la provincia camina a la tasa más baja de desempleo desde la vuelta a la democracia".

El gobernador contó que "le pedimos a los empresarios que no haya despidos. Si tienen en algún momento que mermar la actividad por alguna circunstancia están los mecanismos para apuntalar los ingresos de los trabajadores hasta que se pase ese momento".

"Tampoco puede ser -manifestó- que cuando hay un bajo de la venta para los empresarios, la variable de ajuste o de equilibrio de sus empresas sea echar a los trabajadores", señaló y también rechazó que algún sindicato "se ponga irracional, irreflexivo en sus reclamos y en vez de defender los puestos de trabajo" termine propiciando el cierre de la planta.

El precandidato kirchnerista negó que en el último año haya habido un significativo aumento del desempleo en la provincia y afirmó que "está estable la situación" más allá que "alguna coyuntura".

Finalmente, en línea con su optimismo económico, Scioli afirmó que "en la medida es que se aceleren las inversiones en el sector energético, la Argentina va a tener otro problema. No la falta de dólares, que es lo que sucede ahora, sino "al revés, el exceso de dólares".