El analista económico Gonzalo Chávez alerta sobre la gravedad de la crisis y critica las promesas de una rápida solución
El analista económico Gonzalo Chávez describe la situación actual en Bolivia como “gravísima” y cuestiona la percepción del presidente Luis Arce de que la crisis económica es meramente coyuntural, ligada a bloqueos recientes. Chávez explica que la inflación, cercana al 8% y aún más alta en alimentos, ya existía antes de los bloqueos y subraya que esta problemática se deriva principalmente de la escasez de dólares.
El economista señala que las causas de fondo, como la falta de dólares en Bolivia, no han sido abordadas ni solucionadas. Las principales fuentes de ingreso de divisas, como las exportaciones, la inversión extranjera, los préstamos internacionales y las remesas, se han mantenido estancadas o incluso han disminuido. Además, los productos que el país necesita importar han aumentado en precio debido a la devaluación del boliviano frente al dólar, que en el mercado paralelo supera los 10.50 bolivianos por dólar, un 50% más caro que el tipo de cambio oficial de 6.96.
Chávez también destaca tres factores clave que aceleran la inflación en Bolivia:
1. Expectativas y conflicto distributivo: La defensa de la economía personal ha llevado a aumentos de precios que provocan un efecto dominó, donde el incremento en el costo de un producto impacta a otros y genera una “bola de nieve” en los precios.
2. Expansión monetaria: El financiamiento de un déficit público alto por parte del Banco Central de Bolivia alimenta la inflación, ya que el dinero extra en la economía genera aumentos sostenidos en los precios.
3. Inconsistencias en políticas económicas: La falta de credibilidad en los anuncios gubernamentales y la percepción de que las políticas carecen de consistencia crean incertidumbre en el mercado, lo que mantiene a la inflación en crecimiento.
Para Chávez, asegurar que la inflación y la escasez de combustibles se resolverán en 10 días es “ficción propagandística” ya que la crisis económica está arraigada en problemas estructurales y en la falta de dólares.