En un análisis económico profundo, el economista Gonzalo Chávez cuestionó las explicaciones del gobierno sobre la creciente inflación en Bolivia, argumentando que el fenómeno no se debe a un aumento en los precios de productos de países vecinos, sino a una devaluación de facto en los mercados paralelos.

Chávez explicó que el gobierno sostiene que la inflación es causada por la subida de precios en productos importados de países como Brasil, Perú, Chile, China y Estados Unidos, lo que haría que estos lleguen más caros a Bolivia. Además, el gobierno argumenta que productos como el huevo, la carne y el arroz salen del país debido al contrabando, ya que los precios en los países vecinos son más altos. Sin embargo, el economista señala que los datos no sustentan estas afirmaciones.

Según los análisis de Chávez, en países como Brasil y Chile los precios no han subido de manera significativa. Por ejemplo, en Brasil la inflación de alimentos entre enero y septiembre fue de solo 0,1%, mientras que en Chile los precios de los alimentos bajaron 0,5% en el mismo período. Solo en Argentina se observa una inflación elevada, especialmente en alimentos, pero el resto de los socios comerciales no muestran incrementos considerables.

La devaluación de facto y su impacto en la inflación

Chávez presentó una explicación alternativa a la inflación en Bolivia, afirmando que el verdadero problema es la devaluación de facto del boliviano en el mercado paralelo. Antes, el dólar costaba Bs 6.96, pero en la actualidad en el mercado paralelo el valor ha subido a Bs 10.50, lo que significa un aumento de más del 50%. Esto, según el economista, ha encarecido significativamente los productos importados, como desodorantes, champús y otros productos de tocador, así como los insumos que la industria boliviana necesita para producir localmente.

“El problema de la inflación importada no es que los precios en el exterior hayan subido, sino que la devaluación ha encarecido las importaciones y, por tanto, ha disparado los precios en el mercado local”, afirmó Chávez.

El impacto del contrabando y la preferencia por monedas más fuertes

El economista también puso en duda el argumento del contrabando como causa principal de la inflación. Explicó que los productores bolivianos prefieren vender sus productos en el extranjero, no porque los precios sean más altos, sino porque buscan monedas más fuertes, como el dólar, frente a la devaluación del boliviano. Esto genera una escasez de productos en el país y contribuye al aumento de precios.

Soluciones para resolver la inflación

Chávez concluyó que los problemas inflacionarios de Bolivia no pueden resolverse solo con medidas como el control del contrabando o la intervención de las fuerzas de seguridad. “Este problema requiere soluciones económicas, especialmente en torno a la estabilidad del dólar, que es el centro de todos estos desajustes”, indicó el economista.