Hasbro, la conocida marca de juguetes, que ha estado operando en Argentina desde 1996, ha anunciado su decisión de cerrar sus operaciones en el país. Esta medida se debe al deterioro del poder adquisitivo de los consumidores y las restricciones a la importación impuestas por el Ministro Massa, que han creado un ambiente hostil para las empresas.

La llegada de Hasbro a Argentina en 1996 se produjo en un período de bonanza económica durante el gobierno de Menem. Sin embargo, la crisis económica de 2001 llevó a la empresa a comercializar sus productos a través de Cebra. En 2016, Hasbro decidió volver a apostar por Argentina en un clima de cambio y esperanza.

Sin embargo, el retorno del kirchnerismo y las políticas económicas implementadas por Massa han tenido un impacto negativo en las operaciones de la empresa. Uno de los factores fundamentales para esta decisión fue la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores argentinos, ya que los salarios reales se encuentran en niveles bajos, con los salarios más bajos desde 2004 según el índice salarial del INDEC.

La restricción en el consumo de juguetes es un reflejo de la situación económica precaria, ya que los consumidores priorizan las necesidades básicas sobre los gastos en juguetes, lo que ha afectado gravemente a la industria.

Además de la recesión económica, las restricciones a las importaciones han obstaculizado la operación de las empresas en Argentina. Tanto los bienes terminados como los insumos utilizados por las fábricas en el país enfrentan desafíos significativos debido a estas restricciones.

El sistema de control y monitoreo de importaciones conocido como SIRA, lanzado por Massa el año pasado, ha paralizado en gran medida la actividad industrial en Argentina desde agosto de 2022. Casi el 99% de los permisos SIRA han sido denegados en los últimos tres meses, lo que ha llevado a un estancamiento en las importaciones.

Además, el Banco Central de Argentina tiene una deuda con proveedores extranjeros que supera los US$ 54 mil millones, lo que ha contribuido a la percepción de corrupción y solicitudes de sobornos para habilitar la importación a través del sistema SIRA.

El éxodo de empresas como Hasbro es un reflejo de los desafíos económicos que enfrenta Argentina en el contexto actual, y resalta la urgencia de abordar estos problemas para atraer inversiones y fomentar el crecimiento económico.