La industria automotriz en Córdoba atraviesa una profunda crisis marcada por la drástica disminución en la demanda y producción de vehículos nuevos. Esta situación ha llevado a las principales terminales, como Renault, Iveco, CNH, Fiat y Volkswagen, a implementar medidas como reducción de horarios de trabajo y suspensiones temporales. Según fuentes sindicales, hasta el 80% de los trabajadores se verán afectados por las nuevas deducciones de impuestos, a raíz de una nueva ley.

La caída de producción automotriz genera despidos y suspensiones

El conflicto económico se agrava con la expectativa de una mayor contracción en la segunda mitad del año, después de un primer semestre que no cumplió con las proyecciones de recuperación esperadas. La producción de vehículos ha caído un 27% en comparación con el año pasado, mientras que las ventas también muestran un declive del 22% interanual.

Además, las exportaciones han disminuido un 26%, complicando aún más la situación de las automotrices que dependen del mercado externo para mitigar la caída en las ventas locales. La apreciación del peso argentino y la devaluación del real brasileño han contribuido a empeorar la competitividad del sector en el mercado internacional.

Las tensiones comerciales con Brasil, principal socio en el comercio automotriz, añaden incertidumbre al panorama. Existe la preocupación de que disputas políticas entre presidentes puedan resultar en la ruptura de acuerdos comerciales bilaterales, lo cual podría inundar el mercado argentino con productos brasileños y complicar aún más la recuperación del sector en Córdoba.

En resumen, la crisis en las automotrices cordobesas no muestra signos de mejora a corto plazo, y las expectativas para el resto del año continúan siendo negativas tanto para los trabajadores como para las empresas afectadas por la recesión del mercado automotriz.

Este contexto deja en evidencia la fragilidad de un sector clave para la economía regional y nacional, destacando la necesidad urgente de políticas que puedan estabilizar y reactivar la industria automotriz en Argentina.

La caída de producción automotriz genera despidos y suspensiones