Aluone es una empresa que hoy fabrica aberturas a medida pero también suministra productos seriados a viviendas del Plan Procrear, en Tandil, donde tienen una provisión asegurada de los dos tercios de las más de 600 viviendas que se están construyendo en base a este programa oficial.

La compañía, según señaló el gerente general, ingeniero, Orfel Fariña, comienza a funcionar en 2001, cuando el país se debatía en una de las mayores crisis socioeconómicas y políticas de la historia, cuando la convertibilidad había hecho estragos con la iniciativa nacional.

En ese momento tuvo dos socios originales, Daniel Carrera y Fernando Quevedo. Con el abandono del modelo económico del uno a uno y la consiguiente devaluación, comenzó el repunte de las pymes nacionales, un factor que, junto con la capacidad técnica de los empresarios, propició el despegue de muchas pequeñas empresas que hasta entonces vivían debatiéndose con la adversidad.

Daniel Carrera y Fernando Quevedo "arrancaron con una pequeña carpintería de aluminio -dice Fariña-. Años después se mudan a Pueyrredón 3612, que es su ubicación actual. La empresa fue creciendo lentamente y pasó del formato de una carpintería de aluminio a ser una empresa con un emprendimiento de otra envergadura con alguna experiencia en exportación a Guinea Ecuatorial".

En ese momento, y por muchos factores concurrentes, muchas pymes nacionales exportaron productos con valor agregado a países emergentes que disponían de capacidad financiera pero carecían de mano de obra calificada para construir los elementos que necesitaban para modernizarse.

El mismo ingeniero Fariña admitió que "fue algo raro, y la pregunta surge inmediatamente ¿cómo es que una empresa local puede llegar a exportar a un país tan exótico como ese? Hubo suerte y se basó en un intermediario, un trader, personas que se dedican a visitar países pequeños de Centroamérica o de Africa para ofrecerles productos argentinos. A través de esas personas se hizo la transacción que terminó en nosotros".

Efectivamente, cuando preguntó en la Argentina por alguien que fabricara perfiles de aluminio le dieron la referencia nuestra de que podíamos exportar esos productos de calidad. Hicimos el contacto y luego dos exportaciones de aberturas para dos edificios de dos hospitales diferentes".

Aclaró que fue algo bien puntual, producto de la necesidad de un gobierno que había encontrado un poco de petróleo, tenían cero mano de obra local, cero producción local y debieron recurrir a un proveedor extranjero. Guinea Ecuatorial -explicó- es un país de habla hispana que está justo enfrente de Brasil, es decir, casi en línea con Argentina. Por estas serie de coincidencias fuimos manteniendo eso". Como en todo, se dieron dos factores, la capacidad, el prestigio pero también la suerte para que se conjuguen todas esas variables y den con el interesado. En este caso fue Guinea Ecuatorial, pero mañana, su prestigio acumulado le podría abrir la puerta para otro comprador internacional.

Dos variantes

Orfel Fariña explicó además que "en el plano local y regional, en el mercado del aluminio hay dos grandes posibilidades, esto es, trabajar en serie o trabajar a medida. Nosotros tomamos la decisión de trabajar a medida, es decir, qué color, espesor, tamaño, qué vidrios, si laminado, templado, de color, fantasía, si se lo quiere con herrajes italianos o nacionales, de qué color, todo esto son elementos que significan mayor demora, mayor precio pero es el producto que uno elige".

Es decir, apostaron a eso, al producto singular por pedido y con calidad en el material, resaltó el gerente general de la firma.

Subrayó que "en general no trabajamos en serie", aunque hizo una advertencia sobre una excepción producto de "la irrupción del Procrear. Efectivamente, por esto de la carpintería a medida alcanzamos un renombre que nos volvió tentadores para los que fabrican en serie. El que lo hace busca precio. Las empresas Coarco y Riva Construcciones tenían que buscar aberturas de aluminio y si bien nosotros no somos especialistas en la construcción de aberturas en serie, lo que privilegiaron la capacidad de lo que la empresa podía ofrecer. Supongo que habrán pensado ir con ‘estas empresas tienen una dimensión, seriedad, respaldo que pueden andar muy bien en esto’, esto es lo que suponemos que pensaron".

Por supuesto que esta doble función, la del trabajo a medida y algo de serie para el Procrear, les incrementó notablemente las tareas, al punto que hoy la firma le da trabajo, directa e indirectamente a unas cincuenta familias. "Tenemos 35 empleados y otras subcontratas que realizan trabajos específicos. Estamos, entonces, en paralelo con el negocio anterior de hacer abertura a medida para un edificio de departamentos o a domicilio y una mayor parte para las viviendas del Procrear, en Tandil, que son 644 de las cuales tenemos más de dos tercios de ellas".

De aquellos dos socios que comenzaron en 2001, cuando el país se caía a pedazos, hoy la sociedad se compone con cinco socios con distintos porcentajes de participación en el capital social.

Aquello de la exportación "fue una cosa muy rara", advierte Orfel. Su mercado actual está en el ámbito local y regional. "Es una empresa con cierto volumen y fabrica productos de calidad". Tienen un showroom en Olavarría, uno en Tandil y otro en Mar del Plata. "Nuestro radio de alcance llega a unos 300 kilómetros a la redonda. Los precios con respecto a otra empresa similar varían, "pero habría que sopesar la calidad y que nosotros las construimos a medida. Sí tiene que ver con la calidad del material. Nosotros estamos instalados en el nicho de la alta prestación y del alto precio", sostuvo el ingeniero Orfel Fariña, gerente general de Aluone.