Asimismo, advirtió sobre la importancia de detectarlas en forma precoz para evitar que se agrave el daño y dan pautas de pautas que pueden ayudar a madres y padres a visibilizar estos trastornos de la conducta alimentaria.

A través de un comunicado, desde la SAP informaron que, si bien no se cuenta con estadísticas precisas, distintas encuestas auto administradas en las escuelas arrojan una prevalencia de patologías como bulimia nerviosa (BN) y/o anorexia nerviosa (AN) en casi 1 de cada 3 mujeres jóvenes de las que presentan algún grado de disconfort previo en su imagen corporal, que impacta en sus conductas referidas a la alimentación.

"Si tomamos el rango que va de los 10 a los 24 años, segmento en el que históricamente se registra una prevalencia en mujeres del 1% para anorexia y del 3% para bulimia, notamos que la situación producida por la pandemia, principalmente la cuarentena con etapas prolongadas de restricciones en la circulación y de aislamiento social, han repercutido en los comportamientos y en el acceso al sistema de salud en estadios iniciales de presentación, sobre todo en aquellos jóvenes más vulnerables", afirmó Alejandra Ariovich, médica pediatra especializada en Salud Integral en la Adolescencia, miembro del Comité de Estudio Permanente del Adolescente (CEPA) de la SAP.

Desde fines de 2020, con la apertura paulatina de las actividades sociales y el mejor acceso a los servicios de salud, se acercaron a la consulta muchos jóvenes y adolescentes con diferentes patologías en estados avanzados y de gravedad creciente, advirtieron desde la SAP.

Y apuntan que los desórdenes mentales y, entre ellos, los trastornos de la conducta alimentaria, representan un gran desafío por el gran compromiso observado en la salud física, como el provocado por presentaciones severas de anorexia nerviosa con desnutriciones extremas, que requirieron hospitalización de un gran número de pacientes, destacó la médica pediatra Rut Vanesa Mariñas, también miembro del CEPA.

Trastornos de la

conducta alimentaria

La anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa son las formas más prevalentes de manifestación de los trastornos de la conducta alimentaria y son más frecuentes en las mujeres que en los varones (en una relación de 4 o 5 mujeres por cada hombre).

La anorexia, explican desde la SAP, se caracteriza clínicamente por el déficit nutricional producido por una restricción en la ingesta de alimentos, con miedo intenso a la ganancia de peso y una alteración manifiesta de la imagen corporal.

La bulimia, en tanto, se presenta con atracones reiterados asociados a mecanismos compensatorios como purgas o ayunos prolongados, mantenidos en el tiempo, siempre con una alteración en la autopercepción de la imagen corporal.

Ambas entidades se producen con una amplia variabilidad clínica que no se ajusta estrictamente a las definiciones establecidas, destacan las profesionales.

"Para que se produzca un trastorno en la alimentación deben confluir múltiples factores. El imaginario social de belleza, junto con alteraciones en los vínculos familiares y una predisposición del aparato psíquico propio de la persona constituyen una tríada esencial para que el cuadro se desarrolle", afirman las pediatras del CEPA.

Y añaden que "el antecedente familiar de enfermedades mentales, historia de consumos, los vínculos violentos, pérdidas por fallecimiento o abandono, el crecimiento puberal acelerado o enfermedades mentales previas son algunos de los factores de riesgo conocidos para el desarrollo" de estos trastornos.