El Gobierno nacional declaró este miércoles estado de emergencia en todo el territorio boliviano debido a los severos efectos de las lluvias e inundaciones registradas en los nueve departamentos del país. La medida fue anunciada por el presidente Luis Arce desde la Casa Grande del Pueblo, donde también comunicó la convocatoria a un consejo nacional de autonomías extraordinario, a realizarse el próximo lunes, con el fin de coordinar acciones directas con las autoridades subnacionales.

La declaratoria de emergencia nacional permitirá agilizar recursos económicos, logísticos y técnicos para atender a las regiones más afectadas y gestionar financiamiento externo para la etapa de reconstrucción. El presidente subrayó que el país atraviesa una situación especialmente crítica, destacando que según informes oficiales existen más de 378 mil familias damnificadas, 2.596 viviendas afectadas, 817 totalmente destruidas, y se han registrado al menos 51 fallecidos y 8 personas desaparecidas.

Arce sostuvo que la magnitud de los daños requiere una coordinación inmediata con los gobiernos departamentales y municipales, por lo que el consejo nacional de autonomías será un espacio clave para definir estrategias de respuesta y recuperación. La medida se suma a las declaratorias de emergencia y desastre que ya rigen en departamentos como Beni, Chuquisaca, La Paz y Santa Cruz.